Muriel de la Fuente se volcó ayer en la celebración del centenario de su vecino más longevo, Toribio Lafuente Sanz, en un acto popular donde ha estado acompañado a sus familiares, autoridades locales y vecinos del municipio.
La Diputación de provincial a través del Centro de Acción Social "Soria Rural" se sumó al homenaje y el diputado provincial, Saturnino de Gregorio hizo entrega de la placa conmemorativa y del pergamino con el acta de su nacimiento.
El Ayuntamiento de Muriel de la Fuente con su alcalde a la cabeza, Enrique del Prado Sanz, junto con el resto de la corporación se hizo cargo de la invitación a los asistentes a un pequeño vino español.
Toribio nació el 12 de octubre de 1924 en la localidad de Muriel de la Fuente. Es hijo de Teodoro Lafuente y Cristina Sanz.
Toribio vivió los primeros años de su vida en la localidad de Muriel de la Fuente con sus padres y sus hermanos, yendo a la escuela en esta localidad hasta los catorce años de edad y dedicándose a ayudar a su familia en las labores del campo
Con 27 años Toribio se casó con Dña. Benita Gómez Tejedor. El matrimonio tuvo que salir de la localidad para ganarse la vida. Entonces Toribio empezó a trabajar como pastor en la finca de Frentes. Posteriormente fueron viviendo por diferentes pueblos de la zona como Aldehuela de Calatañazor o Villaciervitos dedicándose a pastorear ovejas. Después de ello volvieron a Muriel de la Fuente dónde se encargaron de las tierras familiares y para complementar ingresos decidieron adquirir ovejas. El matrimonio tuvo tres descendientes Avelino, Angelines y Delia.
Toribio después de muchos años de esfuerzo y pasar frío en el monte con el ganado se jubiló con 62 años y siguió viviendo en su pueblo con su mujer hasta que esta falleció en 2007. Continuó en la localidad junto a sus hijas e hijo. Hace dos años tras el fallecimiento de su hija Delia, Toribio tuvo que abandonar la localidad de Muriel de la Fuente para comenzar a vivir en la Residencia Fuente del Rey de Soria capital dónde se encuentra en la actualidad.
Toribio afronta los cien años con un gran estado de salud, con una gran memoria del pasado y de la actualidad si bien es cierto que la vista empieza a fallar un poco y que aunque camina de forma independiente no suele salir sólo de la residencia por sise tropieza y en ocasiones se ayuda de un bastón. Su ilusión ha sido celebrar estos cien años de vida junto a sus vecinos y amigos de Muriel de la Fuente y poder verlos a todos y saludarlos, además de poder ver acabada la reforma de la casa familiar que ha acometido recientemente una de sus hijas.
También le ha acompañado en esta celebración toda su familia, su hijo Avelino, su hija Delia, sus cuatro nietos Alfredo, Iván, Leticia y Raquel y sus cuatro biznietos Alba, Sofía, Enma y Mario.